Por Gerardo Gómez Muñoz
Ambos son figuras de primer nivel de cara a la elección del nuevo gobierno municipal en un momento en que el electorado se encuentra con circunstancias más dudosas que esclarecedoras.
Tal vez y superando a los múltiples dilemas que se presentan en el variopinto espacio del oficialista “Cambiemos”, Gustavo Pulti y Fernanda Raverta parecen los más urgidos de definiciones para sus seguidores y gran parte de los futuros votantes.
La diputada nacional no lo dice con absoluto énfasis que se postulará a la intendencia, pero sí y casi como condición “sine qua non” lo proclaman desde las diversas agrupaciones que la respaldan. Allí prolifera la militancia vinculada con el gobierno anterior, como sectores de la intelectualidad, de los trabajadores y dirigentes de la propia CGT con Miguel Guglielmotti a la cabeza, también de una de las dos CTA, del vecinalismo, de la juventud, de las organizaciones sociales, de profesionales y del propio peronismo tradicional. Sin dudas es el corazón del kirchnerismo expreso que se identifica con Cristina lo que suma Raverta. Pero a la vez tiene cargos en la conducción provincial del PJ y otros dirigentes como el diputado provincial -proveniente del sciolismo-, Manino Iriart. También se alistan otros partidos como Nuevo Encuentro de José Luis Zerillo, Movimiento Nacional Alfonsinista de Chucho Páez y no pocos desprendimientos de otras agrupaciones menores o menos conocidas.
En el “debe” que se le anota desde espacios también kirchneristas y de notorios peronistas tanto actuales como de los históricos y aun de espacios de distintas procedencias, que la diputada nacional y algunos de sus más devotos nunca hablan de la unidad a partir de la prédica sobre las “PASO” y del “Frente Patriótico”, como lo “ha predicado Cristina”.
Pulti golpea a la puerta
El exintendente hace meses que viene moviéndose para calar como lo recibían en los barrios y referentes que lo conocían como intendente. Su sorpresa y la de sus acompañantes fue creciendo y a partir de allí, surgió la decisión de volver con todo al ruedo. Los primeros encuentros en escenarios que pasaron de la intimidad a entusiasmantes centenas activaron brasas que parecían en tris de apagarse. Orador de primera, el exintendente no se embriagó con ese licor y amplió contactos con dirigentes de otros partidos para apreciar si podría alentarse a un eventual frente o se debía limitar a la histórica “boleta corta”.
La acogida en los barrios, centros vecinales, de la aparición de peronistas no enrolados y de notorios referentes que integraron sus equipos de gobierno,le fueron marcando el camino y tras un largo rosario de conversaciones e intercambio de ideas con figuras representativas de diversos partidos y analizando el llamado de la expresidenta a un Frente Patriótico, enfocó sus pasos en esa dirección.
Es difícil que Pulti se confiese ante algún periodista, pero es cuestión de tratar de averiguar y recordar. Se sabe que estuvo con diversas figuras del peronismo y algunos muy cercanos como el recuperado Alberto Fernández y por ahí se asegura que también con Felipe Solá. Otros arriesgan que también con Sergio Massa, cuando Cristina dijo que debían sumarse todos, inclusive éste último.
El estilo sibilino de Pulti, a veces abre caminos hacia la investigación y presunción que también válidamente habilitan al análisis. Hace poco cuando el fundador de Acción Marplatense dijo que no se sentía viejo ni para el cómodo sillón legislativo, respondía a la tentación -asegura gente que se dice informada- proveniente desde las cercanías de Raverta para que optara por una candidatura y la apoyara a ella para la intendencia.
Ahora acaba de convocar a una asamblea amplia con representantes de diversas instituciones, empresarios, sindicalistas, vecinalistas, exfuncionarios, con la salvedad de que el llamamiento a unirse no era político sino ciudadano “para abrir el diálogo hacia el futuro porque Mar del Plata y Batán no pueden esperar más”. Tras reseñar brevemente lo realizado en su gestión, también esbozó algunos de los temas centrales que afrontará si vuelve a ser elegido.
Horas después estuvo reunido, junto con Horacio Taccone extitular del Emder, Martín Aiello presidente de AM, el secretario general del Suteryh marplatense Juan Domingo Rodríguez, el presidente del PJ de CABA, el presidente nacional del Partido Justicialista, el legislador José Luis Gioja, en el despacho de éste en la Cámara de Diputados.
Se habló obviamente de la necesidad del frente electoral pero ninguna otra prensa soltó Pulti.
“Cambiemos” complica más
En el fogón criollo más crudamente se definiría con un preciso “para colmo parió la abuela”, porque Arroyo en una nueva desmentida a sus propias actitudes, apareció con una renacida fe oficialista, “sigo en Cambiemos del que nunca me fui”. Difícil le fue a más de uno de los integrantes de su abundante elenco reunido por el comandante en jefe, disimular la sonrisa. Después a más de uno se le escuchó reflexionar “ahora cuando está claro que ni por asomo puede pretender una reelección quiere canje por su hijo diputado”. Pero en algunos ámbitos del oficialismo, sobre todo, después de la nueva paliza electoral, esta vez en Santa Fe, concluía con aires matemáticos “bueno, sus votos que no serán muchos, serán nuestros”.
Otro intríngulis que está motivando inquietudes en el oficialismo, es nada menos que la posibilidad de que no se lleven a cabo las “PASO”. La versión crece y no ha nacido en los conciliábulos marplatenses sino en los muy calificados de alrededor del gobierno provincial.
Vilma Baragiola debe ser una de las más preocupadas por la posibilidad de que un dedo antidemocrático trate de impedir la vigencia insustituible de los números en la esencia de la democracia.
Se sabe que fehacientemente estuvo la semana pasada en La Plata y dialogó con el presidente del comité provincial del radicalismo y vicegobernador Daniel Salvador. Los más íntimos solo dicen que Vilma ratificó la necesidad de las PASO y que el vice la estimuló a que siga trabajando y militando porque sus números siguen encabezando todas la mediciones.
Montenegro contra la sanata
El precandidato a intendente por el PRO y diputado nacional Guillermo Montenegro tuvo una práctica ocurrencia, cansado por las quejas de vecinos que le hacían llegar por diversas fallas que los mortificaban mientras el jefe comunal alardeaba de obras que no existían. Simplemente, acompañado de un taxista y de un colectivero, salió a diversos sectores, para confirmar el estado de las calles y la necesidad de buscar la solución posible para decenas de miles vecinos que sufren las deficiencias y carencias. Destacó que hubo quienes denunciaban que sus respectivas calles figuraban como asfaltadas siendo de tierra. Subrayó de paso que importantes obras que se están realizando se logran por el aporte de los gobiernos nacional y provincial, tal vez molesto. Porque Arroyo preocupado por él mismo y muchos de sus familiares y allegados que, a fin de año pueden quedar sin trabajo, con el protector en el llano, ha salido a arrogarse un pretendido aire de gestionador de excepción. Como corolario planteó una posible solución “implementar un plan integral de asfalto y bacheo para que en cuatro años se arreglen todas las calles de la ciudad, esta propuesta daría continuidad al gran aporte que realizan Nación y Provincia”.
¿Para qué? Arroyo ahora bajo la conducción de su manager, el peso crucero Hernán Mourelle, y pintándose la cara como en los viejos tiempos de Aldo Rico y otros amigos, cambió sanata por improperios, contra Montenegro.
Los políticos que opinan o critican en estos tiempos electorales porque Arroyo entrenado y pensando que muy en breve tendrá que volver a vivir sin las 300 lucas del generoso tesoro municipal y…, ni pensar en la parentela…, por las dudas que no porte pistola como aquella vez que se le cayó al suelo….
Hablando de violencia…
Es de esperar que las pintadas contra uno de los precandidatos a intendente de “Cambiemos”, el diputado Maxi Abad, no sea el signo de la campaña electoral que se viene. La Justicia fue enérgica y algunos de los participantes están condenados, por ejercer violencia por cuestiones ideológicas y políticas contra quienes, en su derecho pensaban distinto. El ataque contra Abad se manifestó expresamente en locales distantes que parecerían demostrar que se trató de una tarea planificada y contra nombre y lugares escogidos.
Para tranquilidad de quienes ejercen militancia política ya se logró identificación de quienes participaron en lo que en principio parece limitarse a episodios vandálicos que por ello no pueden dejarse sin la respuesta de ley.
La militancia y sus formas
La semana pasada una de las agrupaciones de Unidad Ciudadana reunió a 500 seguidores junto a “la jefa” Fernanda Raverta para celebrar el tercer aniversario. Fue en el salón del Club River y amenizado con diversos intérpretes familiares. Ahora fueron más de 1.500 los que colmaron el estadio del Club Peñarol para escuchar, dialogar y debatir sobre temas filosóficos, de la actualidad y de la vida cotidiana con el carismático filósofo Darío Sztajnszrajber, de apellido mucho más difícil que la claridad de su pensamiento.
Unidad Ciudadana no descansó el fin de semana y la diputada nacional se reunió en la sede del Smata con el ex presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez y dirigentes del sindicato encabezados por su titular Gastón Villatoro. El fin de semana agotador para cualquiera, menos para los militantes, tuvo otro paso por el club barrial Defensores de Parque Palermo, donde se entregaron uniformes deportivos. Aquí la jornada fue larga y a Fernanda la acompañaban el defensor del pueblo Carlos Barragán, la titular de la CTA “Gachi” Ramundo y la concejal Marina Santoro.
En el espacio de Pulti
También este sector político se hace ver en el campo social donde su aporte tiene una tradición conocida en la formación educativa y en la formación de jóvenes en diversos oficios. El “Espacio Peronista Proyecto Pueyrredon”, integrado por los militantes Rodrigo Bogdanich, Lisandro Beltramino y Boris Ledesma -peronistas que apoyan a Pulti- convocan para mañana 1 de Mayo a la tallarinada solidaria a las 13 en Cuba 186. La organización persigue la compra de insumos necesarios para los nueve trabajadores que fueron abandonados por la empresa Kermis, puedan volver a producir y generarse su trabajo.